Supongo que será por películas como Espartaco o Quo Vadis, pero al pensar en 'restos Romanos' casi siempre imaginamos un entorno seco, cálido, en el que las chicharras cantan estridentemente.
Sin embargo, el Imperio abarcó en su apogéo lugares tan distantes y diferentes como las Islas Británicas o Asia Menor. De todo el legado que ha llegado a nuestros días, hay varias joyas en el Sur de Francia que, por ignorancia o por estar en 'casa del vecino', pasan desapercibidas por nuestras latitudes.
Pese a ello, y aunque en el mes de diciembre cueste creerlo, por aquí también abundan las chillonas chicharras
¿Por qué Nimes?
Cosas que vimos.
Nimes
- Arena de Nimes. El anfiteatro fue costruido en el Siglo I, y desde siempre ha tenido algún tipo de utilidad, lo cual ha evitado su demolición. Es considerado el anfiteatro mejor conservado del mundo. Una completísima audioguía explica con todo lujo de detalles su utilización primigenia como lugar de espectáculo para los ciudadanos de Nimes, su posterior transformación en ciudad-fortaleza y, eventualmente, plaza de toros.
- La Maison Carrée es un templo construido en el año 16 a.C. por Augusto. El templo se alza sobre un gran podio y una escalera central que da acceso a la fachada desde el foro. Es un edificio con seis columnas en la parte frontal, en los laterales ocho de las diez columnas están integradas en los muros. Fue construido en orden corintio con mármol. Es el único templo antiguo conservado íntegramente
- Los Jardines de la Fontaine construidos en 1745 en la zona romana de la Source. En ella se encuentra la surgencia que dió origen a la ciudad.
Pont du Gard
Objetivo principal de la incursión a las Galias, este impresionante viaducto, cruza las aguas del Gard ou Gardon mediante tres niveles de arcos superpuestos. Fue contruido en el S I d.C. sin emplear argamasa o cemento alguno.

Las piedras del acueducto– algunas de las cuales pesaban hasta seis toneladas – se mantienen unidas por grapas de hierro. La mampostería fue elevada hasta su sitio mediante poleas accionadas por muchos hombres. Cuesta trabajo imaginar cómo pudo completarse semejante obra hace 2000 años.

Las piedras del acueducto– algunas de las cuales pesaban hasta seis toneladas – se mantienen unidas por grapas de hierro. La mampostería fue elevada hasta su sitio mediante poleas accionadas por muchos hombres. Cuesta trabajo imaginar cómo pudo completarse semejante obra hace 2000 años.
Existe un enorme centro de interpretación con sala de proyecciones, museo... y un enorme aparcamiento. Imaginamos que en temporada alta debe ser un hervidero de turistas, pero en pleno mes de diciembre apenas hay visitantes.
Orange
A pesar del tremendo viento que soplaba, logramos disfrutar de otra joya que nos dejaron los Romanos, el Teatro de Orange.
Conserva el muro de escena, antiguamente adornado con columnas y estátuas, y no resulta complicado imaginarse cómo sería en aquellos tiempos una comedia o drama representada para gloria del Emperador y regocijo de los ciudadanos de Orange.
En resumen
Los restos Romanos del Sur de Francia constituyen una escapada perfecta para un puente o vacaciones cortas, así como punto de parada cuando nos dirijimos hacia lugares más lejanos. Un pecado tenerlos tan cerca y tan olvidados.
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