BHUTAN, EL REINO ENTRE LAS MONTAÑAS

¿Podría aportar algo nuevo este pequeño país?. Bhutan, un reinado que ha vivido al margen de lo que ocurría en el resto del mundo durante siglos, parecía un lugar lo suficientemente atractivo como para planificar un viaje. Pero... ¿realmente era tan diferente como para que mereciera la pena el coste que implica su visita?


En 1.999, un artículo en el periódico me llamó la atención, tanto como para recordarlo 15 años después. En ese año se inauguraba el primera cadena de TV de Bhutan. En los últimos 15 años han cambiado tantas cosas en el reinado como en los últimos 400. Pero los cambios que se han dado aquí, no han ido en la misma dirección que la mayoría de los paises de la zona. Sin duda, Bhutan es muy diferente al resto de los paises que hayamos visitado.

Bhutan tiene una superficie similar a la de Suiza, y una población de 745.000 personas.  La montaña más alta es el Gangkar Puensum (7570 m), cuya escalada está prohibida, mientras que el lugar más bajo se ubica en el río Drangme Chhu a 97 metros de altitud. Sólo con estos datos nos podemos hacer una idea de lo variado y rico que es este pequeño país. Otras de las peculariedades es su sistema político. Hasta 1994 existía una monarquía absoluta en la cual Rey e instituciones religiosas dictaban el destino del país. Pero incluso dentro de este poder absoluto se daban extravagancias que no se encontraban (o encuentran) en ningún otro lugar. Como utilizar el "Gross National Happiness" para medir la prosperidad del país, en lugar de otros indicadores económicos. Pero, volviendo a lo que planteabamos al principio.... ¿Merecería la pena?. Y aún siendo diferente a Tibet, Nepal o India, ¿valdría tal diferencia los 250$ al día?. Una vez reposado del periplo asiático, vistas las fotos y con un poco de perspectiva, la respuestas es sin duda, afirmativa.



Por qué Bhutan?


Porque es una de las últimas fronteras de Asia (toma topicazo ¡¡¡¡¡). El turismo será una actividad que hará cambiar al país y a sus gentes. De hecho, habría sido estupendo haber ido hace 10 años. Pero aún en 2014 podemos decir que ni el turismo de masas ni el desarrollo descontrolado ha destrozado la esencia del país. No se ha 'Nepalizado'. Por lo que hemos escuchado, el Este sigue siendo terreno poco visitado por los turistas y poco objeto de inversiones, por lo que la 'genuinidad' de los Bhutaneses y la virginidad del entorno están casi garantizadas.








Planificación del viaje.

A Bhutan no se puede ir por libre. No queda más remedio que contratar a una de las agencias hologadas por el gobierno, cuyas tasas además son fijas. Al eslogan de 'High value, low impact', debería añadirse otro sumando: High price. El coste es de 250 USD por día y persona (en temporada alta, los meses de diciembre, enero, febrero, julio y agosto son 200 USD), a los que se han de sumar 30 USD si el grupo es de dos personas. No hay un cupo de visitantes, pero las agencias pueden saturarse en temporada alta. La agencia pone un guía, chófer, vehículo, hoteles, comidas, entradas, agua mineral... Sólo nos gastamos en propinas, recuerdos y cervezas.



Nosotros viajamos con YUDRUK, nos proporcionaron un guía-conductor, Kencho Dorjee, que resultó un perfecto compañero de viaje. Sus correo: kenjavs74@gmail.com. Móvil +975 17618907
La duración del viaje, a razón de 280USD por día, hace necesario afinar en qué nos centrar y cuánto tiempo queremos invertir. A grandes rasgos, podemos pensar en 3 tipos de viaje:



  • Oeste de Bhutan. Fue lo que hicimos. Una pequeña dósis del arte, ciudades y naturaleza .
  • Trekking. En este caso, es algo más caro. Sin entrar a valorar la belleza de los treks, quizás el coste de la vecina India o Nepal haría más recomendable caminar en el Himalaya de esos dos países.
  • Este de Bhutan: Mucho menos visitado, es un viaje más aventurero.
  • Festivales. El calendario de festividades religiosas en Bhutan atrae a miles de viajeros cada año. En él se exhiben las Tankas (enormes tapices que se cuelgan en los muros de los Dzong), acompañado con danzas y música. Nos quedamos con MUCHAS ganas de ver uno.


Cosas que vimos.

Los principales puntos de visita son recintos religiosos.

  • Dzong. Son fortalezas - Monasterio en los que, entorno a uno o varios patios centrales, se erigen edificios monásticos y oficiales. El poder religioso y político residen en los Dzong. Los que visitamos y más nos gustaron: Punakha, Timphu y Paro








  • Goemba. Son monasterios, cuya ubicación se escoge para alejar las distracciones de los monjes. En otras palabras, sitios remotos, habitualmente espectaculares. De entre todos, destaca uno, probablemente el lugar más visitado y fotografiado del país: Taktsang Lhakhang, también conocido como 'Tiger Nest', es un montasterio literalmente colgado de unos cortados rocosos.


  • Chorten. Originarias de las estupas, suelen ser por conmemoración o recuerdo de algo o alguien. Originalmente, contenían relíquias. Destacamos por su originalidad la de Dumtse Lhakhang, redonda y con 3 alturas. Está situada cerca de Paro.

Las casas de Bhután son muy diferentes a las de otras zonas Himaláyicas, con un bajo tejado preparado para almacenar y secar el grano, y dibujos en las fachadas. Algunos, bastante impactantes




El itinerario que hicimos fue el siguiente:

DIA 1, PARO - TIMPHU

En Timphu, mercado de verduras, y el espectacular Dzong de Timphu,



el Zoo donde vimos y tocamos a los curiosísimos Takin, una cosa rara que cuando toca describirlo todo el mundo comienza con: " es como un.... pero con cabeza de ... y patas de ...".



Tras el zoo, un gran Budha en construcción (Bhuda Point) y una colina con repetidor de TV que tiene buenas vistas.

DIA 2. TIMPHU - PUNAKHA

Había obras en la carretera, la cual discurre por un precioso paisaje de bosques. No nos importaron las paradas.

El paso de Dochu La tiene buenas vistas (si las nubes lo permiten).Vamos directos a Khamsum Yuelley Chorten, que destaca más por sus arrozales que por la belleza del templo.


El famoso Dzong de Punakha está situado junto al río, dándole un toque más de belleza. Envidiamos a los viajeros que pueden presenciar un festival.



En Chimi Lhakhang y alrededores abundan las tiendas de objetos fálicos. El monasterio es una especie de universidad de monjes.


De regreso, paramos en el convento de Khurunth Ang Goemba. Tiene una estupa tipo Nepalí.



DIA 3: PUNAKHA - TIMPHU

Salimos hacia Timphu con mal tiempo... Nada de vistas en Dochu La, donde sí que vimos el extraño (y algo bizarro) templo situado en el paso, Druk Wangyal Lhakhang, en el cual hay pinturas al estilo tibetano pero representando alguno de los avances del siglo XXI: monjes con ordenadores, reactores por el cielo... 

Ya en Timphu, visitamos una academia de bellas artes: National Institute for Zorig Chusum. En él se aprecia el trabajerón que implica una humilde estatua o un Mandala. La National Librery y el museo textil completan el día.


DIA 4: TIMPHU - PARO

Comenzamos con una bonita caminata al Monasterio de Tango. Una horita de subida por un precioso bosque. Vimos monos y un faisán dorado. No vimos otro monasterio que suele combinarse con la visita al Tango, el Cheri Goemba. Habría estado bien verlo...



Ya en Timphu, visitamos la Memorial Chorten. Es moderna, y en principio no tiene un gran interés artístico. Sin embargo, lo que sí resulta muy interesante es pasar un rato mientras los devotos dan vueltas y vueltas, siempre en el sentido horario. Un lugar perfecto para sacar fotos de gente, con la ventaja de que los modelos pasan una y otra vez por delante del objetivo.



El tiro con arco es el deporte nacional de Buthan. En casi todas las ciudades hay campos de tiro, donde los nacionales practican disparando con modernísimos arcos a dianas situadas a 145 metros. Da la impresión de ser una mezcla de deporte y evento social donde los hombres hablan mientras dan innumerables paseos entre diana y diana.





Salimos hacia Paro (una hora y media), parando en Tamcho Lhakang, un Goemba destacable por el puente que atraviesa el río, el cual descansa desde el SXV sobre unas gruesas cadenas.

A nuestro juicio, Paro no es tan bonico como Timphu, si bien tiene alguno de los high lights del país y es inexcusable pasarlo por alto. El hotel lo tenemos un poco retirado, justo enfrente del 'Tiger Nest'

DIA 5: VALLE DE HAA

Hemos logrado convencer a Kencho para visitar el valle de Haa (en princpio sólo íbamos hasta un paso, el Chele La). El día es precioso y según subimos las primeras rampas con el coche, se vislumbra el colosal Jhomolhari, de 7.314 m.


Hacemos una parada en el convento de Kila. Habitualmente, se hace un corto trek desde el mismo paso de Chele La, pero nosotros vamos mal de tiempo y subimos en coche casi hasta el convento.

El Goemba está en un enclave espectacular, al pie de un cortado. Tenemos la suerte de estar muy pronto y no hay ningún turista.

En el paso de Chele La (3.988 m, el más alto del país) hay muchas banderas y tantos o más Indios. Descendemos al Valle de Haa, abierto no hace mucho al turismo (2.005) y que hace una perfecta excursión de 1 día. Tenemos una dosis del Buthan más rural y que, pensamos, está desapareciendo rápidamente. Vemos un par de templos (no demasiado interesantes), una piscifactoría y una instalación militar situada en una especie de Dzong.

DIA 6: PARO

Hoy toca subir al monasterio más espectacular del país, y, probablemente, uno de los más bellos del mundo. Taksang Lhakhang, Tiger Nest. Para llegar a él hay que caminar por una hora aproximadamente. Existe la opción de subir a caballo, lo cual es una circunstancia bastante fastidiosa para los que caminan. Hay mucha gente, quizás el único sitio que hemos visitado que se podría decir que sobraban visitantes. 

Hay lugares que, ya sea por las circunstancias del momento, por su belleza o ambas cosas a la vez hace que te quedes embobado, se te olvida pestañear y terminas derramando alguna lágrima. Taksang Lhakhang es uno de ellos. No sé cuales son los lugares más bellos que he tenido la suerte de ver, ni tiene sentido hacer un 'ranking' de los más bonitos. Pero sí hay lugares que pueden llegar a conmoverte, y este lo ha conseguido.





Descendemos del precioso Goemba. Paramos en Kichu Lhakang, un antiquísimo monasterio, y en Dumtse Lhakhang, una curiosa Chorten en la que hay que llevar linterna. Tiene 3 alturas, y mucho ambiente. Rematamos el día en el Museo Nacional, con alguna colección interesante, y el Dzong de Paro.


El Dzong está situado cerca del museo y la Torre del Reloj (semi derruida por un terremoto). Emplazado junto al río, en él se rodaron algunas escenas de "El pequeño Buda", de Bertolucci.

Al día siguiente dejamos el país para continuar nuestro periplo asiático en Sikkim. Pero esa es otra historia, y debería ser contada en otras ocasión.

En resumen...

Desde la ventanilla del avión, observamos por última vez el Jhomolari y las otras montañas de Buthan. Última, porque hay paises a los que, honestamente, no volveremos. Asia es grande, hermosa y muy variada. Existen muchísimos rincones que visitar y dudo que repitamos Bhutan. Sin embargo, estoy convencido de que este viaje nunca se diluirá en la memoria, y lo visitaremos muy amenudo, en nuestro recuerdo que, espero, cada vez esté más lleno de paisajes, momentos intensos y experiencias.

High Lights


  • Encontrarte, de repente, frente a Taksang Lhakhang.
  • Los rezos de los monjes en los monasterior. El olor cargante y la música estridente de los tambores, platillos y trompas.
  • La sensación de estar en el lugar más pacífico del mundo.
  • Los mil y un rostros que permiten disparar mil veces la cámara.
  • El espectacular Jhomolari.

GALERIA FOTOGRÁFICA






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