Yosemite, y en particular El Capitan han sido uno de los lugares a los que más he deseado ir, desde niño.
Sus enormes paredes, las gestas que se han vivido en ellas y la grandiosidad del paisaje han ido madurando en mi interior hasta que, por fin, se han visto satisfecha con una visita a este parque.
Hay momentos de esos en los que no puedes creer encontrarte donde estás. Son pocos, inolvidables, y dan sentido a la vida.
Entramos desde El Fresno, nada más y nada menos que por Tunel View, una de las vistas más espectaculares del valle.
Desde este mirador, uno tiene la impresión de que si Dios existe, es paisajista, y el valle, una de sus obras maestras.
Algunas de las tapias más bellas del mundo, cascadas en las que el agua produce arco iris, bosques interminables... Simplemente perfecto.
Una de las cosas que me sorprendió de El Capi es que está muy cerca de la carretera. Concretamente, el pie de la Nose (la vía más mítica de la pared) está a 450 m de la carretera.
Coincidimos esa misma tarde con un británico que acababa de hacer una vía en El Capi. Tres días en pared, y una bajada interminable habían dejado a este escalador una cara de felicidad que imagino duraría hasta su regreso a casa.
Días más tarde, tuve la oportunidad de ascender a El Capitán, eso sí, por el camino de la vía normal. La descripción de este itinerario, se encuentra aquí.
El otro pedrusco mítico del parque, el Half Dome (la media cúpula) tiene una pared de cerca de 500m, totalmente vertical. Pese a ser la mitad de grande que El Capitán, impresiona incluso más que éste debido a su endiablada verticalidad.
La ascensión al Half Dome por su vía normal no está exenta de emoción, y es considerado por algunos como un trek peligroso y complicado, ya que su último tramo es francamente empinado. Existe un cupo limitado de personas que pueden subir a su cima, y para acceder a ese grupo privilegiado, se ha de participar en un sorteo (previo pago de 10 USD).
No tuvimos suerte, pero sí que tuvimos opción a ascender a otro Dome, el North Dome, desde el cual se tiene una espectacular vista del Half. Estas ascensión (en realidad, ascensión no es el término más adecuado), viene descrita en el Blog de montaña.
Cuando fuimos al Four Miles Track, tampoco había nadie. En esta ocasión, además de ser temprano, está muy tapado. Es una verdadera lástima, ya que las vistas desde éste lado del valle han de ser espectaculares.
A los 1700 m aproximadamente, entramos ya en las nubes. El paseo hasta Glacier Point, que es donde lleva el camino, lo hacemos por cabezones, ya que las posibilidades de ver algo desde allí arriba son muy remotas.
Volvemos sobre nuestros pasos. En total 9,4 Km, y 995 m de desnivel.
Mirror Lakes es otra ruta muy popular. Aquí si que encontramos gente, pero sólo hasta el Lower Lake.
El camino, cuando fuimos, estaba casi impracticable algo más arriba del Lower Lake. Pese a ello, continuamos, para cruzar el río más arriba y regresar por la orilla contraria.
Lastima de nubes, ya que el camino pasa justo bajo el Half Dome. En total, 8,5 Km y un pequeño desnivel de 130 m.
Si hay un camino realmente saturado, éste es el de las Yosemite Falls.
Comienza en Camp 4. En un primer momento, discurre por un bosque bastante seco, pasando por varios miradores interesantes.
Pronto, comienzan a verse las cascadas. No me extraña que éste sea el camino más popular del parque.
El camino sube con buena pendiente. Es ancho, y tiene las rocas muy gastadas (ojo).
En la parte superior, se tiene opción de tomar el camino que lleva a la cumbre de El Capi, si bien la mayoría de la gente prefiere ir a la Upper Fall y dar allí media vuelta.
El camino hasta el Capi, ida y vuelta, supone una palicilla. 28,6 Km, y un desnivel de casi 1.500 m
No hay comentarios:
Publicar un comentario