California (y IV), viaje exprés por sus Parques Nacionales (y ciudades): San Francisco

Mil veces vista en las películas y series americanas, se vuelve a tener esa extraña sensación de “deja vu” tan frecuente en EEUU. El Golden Gate, las empinadas calles, el cable car, todo nos hace pensar pero ¿cuándo diablos he estado yo aquí…? 





En esta ciudad, arquitectura, ortografía e historia, provocan una combinación que no es fácil ver en muchos lugares del mundo. De relieve francamente accidentado, en cualquier otro continente las calles se habrían adaptado al terreno evitando calles en líneas de máxima pendiente, las casas se habrían construido intentándolas adaptarlas a la estructura del relieve… pero no aquí. Si una calle tiene una pendiente del 40%, pues qué se le va a hacer. 


Cosas que vimos



Chinatown. No esperábamos (pura ignorancia) encontrar este barrio, tan chino, tan grande y tan auténtico. Luego, leyendo, vimos que se trata de la mayor comunidad china fuera de Asia, y la más antigua de América del Norte.




Durante la segunda mitad del S XIX, más de 2,5 millones de chinos dejaron su tierra, arrasada por inundaciones y sin más esperanzas que disponer de un poco de arroz cada día.


Y aquí siguen, adaptados al American Way of Life, pero viviendo a su manera.


Lo cierto es que se respira, en todos los sentidos, un ambiente absolutamente asiático.


Portmouth Square en día de fiesta, resulta todo un despliegue de lo que a los chinos les gusta hacer en su tiempo libre. Entre otras cosas, jugar a cartas, escuchar una estupenda música china y comprar fruta.


El lugar para pasear y hacer fotos un domingo por la mañana.


Una de las cosas que más me gusta de los americanos es su absoluta falta del sentido del ridículo, quizás dado porque no hay ningún pinchaglobos dispuesto a decir que no lleves ese coche tan llamativo o no pasees el perro mientras vas en patinete eléctrico.


Si es domingo por la mañana, y estás en la zona de Embarcadero, comprenderás por qué digo eso. Cada sanfranciscano que posea un coche chulo, moto macarra o tenga alguna habilidad en particular, saldrá a mostrar al vecindario su preciada posesión o envidiable talento.







Una de las cosas que más se disfruta de SF, aparte de los consabidos hihghlights, es eso, pasear por sus agradables calles y ver qué hace la peña.

Pier 39 es un sitio curioso. Se trata de un muelle, reconvertido en zona de ocio (o sea, tiendas y restaurantes de comida-basura) donde los yanquis pasean, compran y engordan.


Pero un ruido salvaje es claramente audible tras la música ambiental… y es que hay una enorme colonia de leones marinos justo allí.


En unas plataformas de madera, descansan y se pelean (son muy “macarras”) varias decenas de estos pinnípedos tan familiares. Y no sé si es más interesante observar la colonia de leones o a los americanos que los animan como si estuvieran en un partido de basket.


Entre los sitios mega-turísticos está Lombard St, la empinada calle donde los coches tienen que hacer un verdadero slalom para bajar.



Uno de los lugares más curiosos para tomar una cerveza en SF (y probablemente, del resto de EEUU) es el Burbon & Branch. Inspirado en la época de la ley seca, no resulta nada fácil de encontrar, pero eso forma parte del juego.


Nuestra visita coincidió con el “Memorial Day”, que cayó en domingo y, por tanto, el lunes era fiesta. El lunes por la mañana salimos a visitar la ciudad muy pronto, y tuvimos una extraña y esclarecedora experiencia. Todos los americanos con hogar estaban en casa, aprovechando el día de descanso. Y los que estaban en la calle, eran precisamente los que no tenían otro lugar donde estar.


Cientos de homeless deambulaban o dormitaban por las calles. Al principio pensamos que era la calle del hotel, pero tras un buen rato vimos que no, que aquello era algo generalizado. De hecho, en 2016 se propuso declarar el estado de emergencia para poder atender una crisis humanitaria de tal magnitud. Son cerca de 26.000


El Ayuntamiento de SF es un edificio neoclásico de principios del XX que nos recordará algo a otros edificios de la misma época y del mismo país.


Haight St es la calle Hippie de SF. Aparte de los consabidos colgados, está bien atravesarla cuando se va al cercano Golden Gate Park.



Este parque carece del encanto victoriano de otros parques, pero (especialmente en domingos o feriados) es un sitio chulo para ver gente.


Si hay un lugar que todos tenemos asociados a SF, éste es el famoso Golden Gate.


En su día fue un hito de la ingeniería. Con una longitud de más de 1.200 m, está sustentado por dos torres de 227 m de altura y sobre él hay una carretera con 3 carriles por sentido. Hoy en día, es el icono de la ciudad y un precioso lugar para contemplar vistas.


Una de ellas, la famosa isla de Alcatraz y su prisión.


Continuando por la costa, hacia el este, se encuentra Crissy Field, una zona de paseo y playas muy ventosas.



Encontramos también el Palace of Fine Arts, un conjunto de construcciones neoclásicas que se levantaron para la exposición mundial de 1915. Un poco kitsch.



El Cable Car o funicular de San Francisco es otro de sus mayores reclamos turísticos. Construido en 1873, aún sigue operativo, si bien sólo una de las 23 líneas con las que contó en tiempos. Muy fotogénico e icónico, no deja de ser una gringada.



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