CANADA (2/3). PARQUES NACIONALES DE BANFF, JASPER Y YOHO

Tras superar bastantes adversidades, conseguimos llegar a Jasper (contra todo pronóstico) en el día previsto. 




Vuelve a confirmarse la máxima del viajero: al final, todo sale bien. En esta ocasión, casi todo. Pero al menos, estamos en las Rockies, en el día previsto y con ansias de conocer los míticos Parques Nacionales canadienses.




Dos grandes Parques, una realidad natural única.

Jasper y Banff  tienen una evidente continuidad tanto geográfica como paisajista, y su diferente denominación se debe a que fueron creados en dos momentos diferentes.


Banff, al sur, fue declarado como Parque Nacional en 1884, siendo el más antiguo del país. Tiene una superficie de 6.600 Km2, algo menor que el País Vasco.

Jasper obtuvo la categoría de Parque Nacional en 1907, y Patrimonio de la Humanidad en 1984. Tiene una superficie de 10.700 Km2, que trasladado a términos más comprensibles, supone aproximadamente la superficie de Asturias.


La frontera entre ambos parques se encuentra en Sunwapta Pass. No haremos una división en este blog entre los dos parques, ya que no aporta gran cosa y (sinceramente) en ocasiones no sabíamos en cuál nos encontrábamos. Comenzamos por el norte (por tanto, Jasper) y fuimos bajando por la Glacier Parkway hacia el Sur (Banff).


Además de Banff y Jasper, hay otras zonas protegidas, como Yoho National Park, Mt Assiniboine Provincial Park y Kootenay National Park, todas ellas más que interesantes.
Mucho menos frecuentado que su vecino del Sur  - el archifamoso Parque Nacional de Banff - Jasper merece en sí mismo un viaje.


Las primeras visitas que realizamos fueron Patricia Lake y Pyramid Lake.


En este último, es visible el Pyramid Peak, una bonita montaña de tonos ocres y forma piramidal, claro. Tiene una isla unida a la orilla por un puentecillo, donde puede hacerse un pequeño recorrido de 600 m y apreciarse la belleza del lago y la montaña.

Después de tomar un tentempié en el Patricia Lake, nos internamos en el valle del Maligne Lake.

El primer itinerario, que realizamos fue el Bald Hills, que asciende por una antigua carretera para extinción de incendios. Es ancha y asciende muy gradualmente. Es de agradecer, ya que  estamos cansados del viaje y parece tengamos plomo en las piernas.


No llegamos a las Bald Hills propiamente dichas, ya que había nieve y preferíamos no aventurarnos. Las vistas, en cualquier caso, eran magníficas hasta el mirador al que accedimos. De bajada, evitamos en parte la pista, para hacer de esta manera un recorrido circular.


L 8,5 K
D+ 450 m
T 2,5 H

Moose Lake, el Lago del Alce, es un agradable paseo que bordea el lago, pero que se encontraba cortado en ese momento, obligándonos a volver sobre nuestros pasos. No vimos alces (no son fáciles de encontrar).


En Maligne Lake, que es un lago enorme, hacemos el Mary Schaeffer Loop, cuya primera parte discurre junto al agua, para después internarse en el bosque, completando así el loop.


La tal Mary, estuvo entre los primeros visitantes de estos terrenos salvajes, y que vino tan solo por el mero placer de contemplar la naturaleza y los paisajes. La primera turista.

Regresando hacia nuestro albergue, en HI Maligne Canyon. Este albergue forma parte de Hostelling International Canada, que dispone de alojamientos básicos, normalmente sin agua corriente y con un marcado cariz ecológico.

Maligne Canyon, aparte de dar nombre al albergue, es un espectacular y estrechísimo cañón que es atravesado por 6 puentes.


Un sendero recorre los 6 puentes. Nosotros hicimos los cuatro primeros.


Continuamos en sentido sur por la Icefield Parkway, probablemente una de las carreteras con los paisajes más espectaculares del mundo.

Annete Lake y Mildred Lake son dos lagos, que tienen buenas vistas.


Por si no eran pocos los lagos, visitamos el Valley of the five Lakes.


Tal y como indica el nombre de la ruta, el camino recorre cinco lagos, todos ellos preciosos.
En uno de ellos, vimos por primera vez las "Red Chairs". Son, como su nombre indica, unas sillas rojas que el gobierno canadiense situó en lugares de especial belleza para conmemorar el centenario de la independencia de Canadá.


Vimos unas cuantas más de estas sillas, y ciertamente, están en lugares alucinantes.

L 5,5 K
D+ 160 m
T 1h15m

Athabasca Falls son unas espectaculares cascadas muy accesibles (y por tanto, concurridas). Pese a tener sólo 23 m de altura, el gran caudal que portan hace que la combinación de sonido, agua pulverizada y caudal sea asombrosa.


Como asombroso fue encontrarnos a no más de 50 m del parking con un grizzli comiendo florecillas tranquilamente.



No era adulto, quizás no llegara a pesar 50 Kg, pero imponía bastante. Varias decenas de turistas hacemos fotos, eso sí, respetando una distancia que garantice la seguridad.

Más cascadas: Sunwapta Falls, también con dos niveles, Upper y Lower. Para llegar a las inferiores hace falta caminar un poquillo, y merece la pena con creces.


Siguiendo ruta, nos detuvimos en el mirador de Mushroom Peak, y posteriormente en las Stanley Falls, Tangle Creek

Waterfowl Lake se encuentra junto a la carretera, y desde él se tienen unas vistas espectaculares de las montañas nevadas.


Bow Lake es otro lago, algo más al sur, y Héctor Lake.


El Louis Lake es el último lago del día. Llueve bastante, pero, pese a ello, hay bastante gente. Este lugar es el más turístico con diferencia de todo el parque, y por ello no resulta especialmente agradable. Eso sí, es precioso.

Las dos noches siguientes dormiremos en la ciudad de Golden, al oeste del Parque Nacional. Nos resulta una ciudad agradable, y el albergue donde nos hospedamos, Dreamcatcher Hostel, acogedor y limpio.


Una pequeña incursión en Yoho National Park



Comenzamos un nuevo día visitando, o sorpresa, otro lago, Emmerald Lake, situado en el Parque Nacional de Yoho, entre Golen y Louise Lake. Yoho, junto con otros parques cercanos a los famosos Japer y Banff son unos atractivos objetivos para combinar los lugares más conocidos, con otros mucho menos desarrollados pero similares en cuanto a espectacularidad (y muchísimo menos transitados).


La idea inicial era ir a Yoho Pass, pero en el centro de información del parque nos indican que está cerrado por nieve hasta julio.
Emerald Lake. Haciendo honor a su nombre, es un lago de preciosos tonos esmeraldas, donde hay un lodge para gente rica.


Nuestra intención es realizar el Basin Trail. Cuando aún estamos bordeando el lago, un nubarrón de dimensiones bíblicas descarga una buena tromba de agua. Nos ponemos los impermeables y continuamos.


La ruta sube en algunos momentos con bastante pendiente, por la margen derecha del Emerald River. A mitad de camino, nos abandona el nubarrón y volvemos a disfrutar de un día estupendo.

La ruta conduce a la cuenca superior del Emerald, sin llegar a ningún sitio en concreto (lago, cascada, mirador, etc), siendo la gracia de este itinerario el camino en sí mismo y las vistas que se ven desde él.


Nos encontramos con unas simpáticas y territoriales marmotas.


Descendemos por el mismo camino. A pocos metros del entronque de la senda con el camino que rodea el lago, se encuentra otro itinerario que lleva al Yoho Pass y Yoho Lake. Nosotros optamos por completar la circunvalación del lago.

L 12 K
D+ 328m
T 3h15m

Después de comer, vamos al Natural Bridge, un curioso puente de piedra bajo el que pasa un torrente.


Hamilton Falls. No son muy altas, ni muy caudalosas, pero la roca por la que se despeñan resulta muy estética.

Wapta Falls. Tras 2Km de cómodo camino, se accede a estas cascadas de gran caudal (aunque pequeña altura, 30m), y más de 150 m de ancho.


De regreso a  Banff


Al día siguiente, salimos muy temprano de Golden, y enfilamos a Paradise Creek, la caminata de hoy. Este recorrido, junto con los más relevantes que realizamos en Canadá se encuentran descritos en el blog de montaña.


Se trata de un largo e impresionante day hike en el que disfrutamos de la soledad y de alucinantes vistas de Mt. Temple, entre otros picos.

Tras la caminata de más de 20 Km nos queda algo de gasolina, y decidimos visitar el Moraine Lake, y el Consolation Lake.

El Moraine Lake está muy cerca del Louise, y junto con éste, representa uno de los lugares más turísticos del parque (y probablemente, del país). Lógicamente, está petado de turistas - selfie.


Hay motivos para esta popularidad. El lago, si hay sol, es de un color turquesa espectacular. Sin duda, se trata del todo azul más bonito que haya visto nunca.

El entorno, de montañas escarpadas y glaciares colgantes, termina de completar los atributos que debe cumplir el lago más bonito del mundo.


Ascendemos a una morrena, donde hay cientos de personas haciendo fotos (razón no les falta). Sin embargo, basta con adentrarse unos metros en el camino de Consolation Lake para que nos encontremos en casi absoluta soledad.

El camino al Consolation Lake transcurre por un bosque de coníferas en su totalidad. El lago (en realidad hay dos) no es tan bello como su vecino, pero la no presencia de hordas de turistas le otorga un encanto que no tiene el Moraine.


L 8 K
D+ 200 m
T 1h50m

Hemos cambiado el campamento, ahora estamos en el Downtown Hostel, en Canmore. No nos parece tan acogedor como el de Golden, pero es muy práctico (tanto como frio). Está ubicado al lado de una fábrica de cerveza artesanal, y eso le da unos cuantos puntos.

Enfilamos hacia el lago Minnewanka para hacer un day hike que parece interesante, el C-Level Cirque. El nombre le viene por una explotación minera de antracita de principios del SXX, y de la que se pueden ver varios vestigios. Pese a que no llegamos muy pronto, no hay demasiados coches en el amplio parking. El camino es claro y muy ancho.


Tras media hora, se pasa por un edificio que albergaba un transformador en los tiempos de la minería.


Hay muchísimas flores, entre las que destacan las Calypso Orchid y otras amarillas preciosas.



Seguimos subiendo, de forma mantenida, hasta alcanzar el circo que forma el Cascade Mountain (3.006m).


Hay bastante nieve todavía. Descansamos un rato, y aprovechamos para hacer fotos a las marmotas.


El camino sigue, ahora más estrecho y con pendiente fuerte, hasta la parte superior de la morrena. Desde allí, se continúa hasta un mirador, unos 150 m más arriba, justo en el comienzo de una cresta rocosa. El sendero hasta allí es francamente empinado y resbaladizo, pero las vistas merecen la pena. Rewarding, sería la palabra local para describir este último esfuerzo.

L 10,2Km
D+ 750m
T 3h40m

Nos encaminamos al lago Minnewanka (en realidad, una presa). Es un poco putiferio, con turistas-selfie por todas partes. El lago es bonito, de un azul turquesa del que nos estamos comenzando a acostumbrar. Ah, y había red chairs, como no podía faltar.


El objetivo es hacer el Stewart Canyon. Se trata de un corto recorrido, de apenas 1Km desde su comienzo junto al camino pavimentado que bordea parte del lago. No tiene nada significativo. Se llega a un río bastante amplio, que es cruzado por un puente de madera. Este camino es cerrado durante la época de las Buffalo Berries, ya que aumenta la presencia de osos considerablemente.


De camino a nuestra siguiente parada, pasamos por Two Jack Lake, mucho más majo que el Minnewanka.

La ciudad de Banff, que nos parece bastante coqueta. Vamos al centro de información, para ver si mañana vamos o no al Cory Pass. Alquilamos también spray anti oso en Babctrax, una tienda especializada en este tipo de menesteres. Nos hacen firmar un montón de papeles, y nos explican qué hacer si nos topamos con un oso poco amoroso.

Hoy estamos algo nerviosos, con la típica sensación que se tiene cuando se va camino de un reto que es muy deseado, pero en el que también existe incertidumbre. Nuestro objetivo es el Cory Pass, uno de los day hikes más espectaculares y duros de las Rockies, y que merece un tratamiento aparte en nuestro otro blog.


Rematamos el día con una visita al super popular, Johnston Canyon. Agradecemos que el camino sea asfaltado y que no tenga mucha pendiente, la verdad.


El cañón es recorrido ocasionalmente por unas pasarelas. Hay dos saltos de agua.

El inferior, algo más pequeño, tiene un corto túnel artificial que nos permite aproximarnos mucho, y sentir (literalmente) como el agua se despeña por el cortado.


A una media hora, se encuentran las Upper Falls, más espectacular si cabe. El muro contiguo tiene un curioso color. Es llamado Travertine Drape.


Puede continuarse el ascenso, hasta un lugar conocido como Inkpots, una serie de surgencias naturales que dan al agua unos colores preciosos. Nosotros no tenemos tiempo, así que descendemos y continuamos por la carretera 1A (Bow Valley) hacia el norte.

Nos topamos, junto a la carretera con un precioso ejemplar de Elk, uno de los animales más representativos del parque.


Cada vez que vemos un coche detenido en el arcén, paramos para comprobar si han detectado algo interesante (y muchas veces, es así)

Tras pasarnos por Banff y dejar el spray anti osos, volvemos a Canmore donde nos pimplamos una estupenda cerveza en una fábrica de cervezas local Grizzly Paw Brewing Company.


Nos levantamos muy pronto, a las 5:30, con la intención de ver el Louise Lake sin gente, y hacer uno de los recorridos más populares, del lugar más popular del parque, el Agnes Lake.

Pero nos vamos entreteniendo más de la cuenta por el camino, por ejemplo, viendo un oso negro a pocos cientos de metros de la carretera.


Cuando llegamos al lago, este tapado y ya hay mucha gente. No merece la pena gastar aquí más tiempo…

Continuando ruta hacia Jasper, nos detuvimos en algunos de los lugares que nos dejamos a la ida. Herbert Lake, un bonito lago que se aprecia mejor desde la carretera que desde el view point, Bow Lake, muy grande y que paramos de nuevo y Peyto Lake.


 Es en este último encontramos cientos de personas hasta el primer view point. Merece la pena avanzar algo más y perderse entre los muchos caminillos que surgen para tener mejores y más solitarias vistas. No pudimos hacer el paseo hasta Bow Summit, donde seguro las vistas son estupendas.


Otros lugares interesantes en la Icefield Parkway son Waterfowl Lake, Coleman Creek y Bridal Veil Falls

Uno de los day hikes más recomendados es el Parker Ridge Trail. Desde el aparcamiento, un camino asciende trazando suaves zig zag hasta la cresta. Desde alli, las vistas del Mt. Saskatchewan y su glaciar, Mt. Athabasca y Mt. Andromeda son de quitar el hipo.


El glaciar tiene unos 13 Km de longitud, pero ha visto disminuida notablemente su extensión. La parte "buena" es que ha dejado a su paso un bonito lago.


L 5,8K
D+ 290 m
T 1h 50m

Continuando por la A1, nos detenemos en el "Toe of Athabasca Glacier", junto al Icefield Centre (un centro de interpretación). Un corto camino permite acercarse hasta "cerca" de la lengua del glaciar.


Unos carteles indican dónde se encontraba el glaciar en tiempos mejores para los hielos.


Vamos al albergue donde tenemos reservada esta noche, Hi Athabasca Falls. Tiene una zona común muy acogedora, y dormitorios con unas 16 camas. Para salir a dar una vuelta, o ir al baño, puede (conviene) llevarse un spray anti osos, el cual se coge en recepción, al igual que en otros hoteles dejan paraguas. Allí nos explicaron que esa misma mañana, tuvieron que llamar a los rangers para echar del recinto a unos osos negros.


Con un tiempo más de invierno que de verano (hay sólo 4ºC, y ha nevado en la parte alta del parque), llegamos a Jasper, donde dejamos el coche de alquiler y, ahora sí, montamos en el Transcanadian, el tren que debíamos haber tomado desde Toronto a Jasper.  Pero esa es otra historia, a la que dedicaremos otra entrada en el blog.



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