Albania. Ese olvidado y desconocido rincón de Europa...

Honestamente. Sin mirar internet, y en menos de 5 segundos... ¿Dónde está Albania y con qué países hace frontera?



Segunda prueba, también con el corazón en la mano: Imaginate una foto de Albania, ¿Como sería?


Supongo que muchos, entre los que estaría yo mismo antes de diciembre, acertarían sólo parcialmente a la primera pregunta (la respuesta Yugoslavia no se da como válida). Con respecto a la segunda, quizás el paisaje lo compondría una sucesión de bloques de aspecto soviéticos, desvencijados y decadentes, con unos niños jugando con fusiles de juguete entre búnkeres de verdad.




Por qué Albania?


Es una pregunta que nos hacíamos a nosotros mismos antes de ir, y cuya respuesta no pudimos dar hasta que regresamos.
A priori, nos resultó interesante por ser un país manejable, aparentemente abarcable en pocos días, por disponer de varios lugares declarados Patrimonio de la Humanidad y, (todo hay que decirlo) porque no teníamos la más remota idea de cómo era.
Otros motivos de peso, fueron que era barato, y que pudimos encontrar un vuelo relativamente económico que, además, nos dejaba un día en Estambul.



Cosas que vimos.


Butrint



Se trata de una zona arqueológica cuyos vestigios más antiguos tienen 2500 años de antigüedad. Está situada al sur del país, frente a Corfu y muy cerca de la frontera con Grecia.





Es un merecido Patrimonio de la Humanidad, situado junto a la costa en un marco paisajístico precioso. Encontramos a muy poca gente (fue la tónica de todo el viaje), y lo vimos con calma en una tarde.


Gjirokastra





La ciudad de Girokastra fue declarada Ciudad-museo durante el régimen comunista. En 2005, la Unesco declaró la Ciudad-museo de Gjirokastra Patrimonio de la Humanidad como un raro ejemplo de pueblo otomano bien conservado. En 2008, se unió a esta denominación el centro histórico de Berat.




Destaca en esta ciudad las casas Otomanas. Los edificios más típicos de la ciudad son los kules, un tipo de casa-torre de origen turco y característico de la región de los Balcanes. Este tipo de edificio, alcanzó su madurez en el siglo XVII. En Gjirokastra se encuentran además algunos ejemplos de kules más elaborados que datan de principios del siglo XIX.




Algunas de las casas más importantes pueden ser visitadas, y vale mucho la pena ver cómo son por dentro e imaginar cómo se vivía en esos tiempos. Destacan las casas Zekate y Enver Hoxha



La Ciudadela de Girokastra domina la población. Es curiosa, más que por aspectos arquitectónicos por algunas ‘piezas’ que a todas luces están fuera de lugar. Así, en la galería que se encuentra justo al entrar, hay una colección de piezas de artillería bastante roñosas.




Un mini-tanque Fiat es la pieza más curiosa de la colección.



Un poco después, otro curioso artefacto, en este caso un avión de combate Estadounidense (presuntamente, un avión espía) que se vió obligado a aterrizar en Albania y cuyo piloto, el Major Howard Curran , vivió una aventura que a buen seguro repitió muchas veces a sus nietos.




Dormimos en una casa antigua, muy familiar y recomendable, Kotoni B&B

Según parece, bajo el Ayuntamiento de Gjirokastra hay un conjunto de búnkeres que pueden ser visitados si se convence de ello al alcalde u autoridad que se preste.


Gjirokastra – Korçe




La frontera entre Albania y Grecia es sorprendentemente montañosa. Sin duda, rompe el cliché de ambos países, siempre muy sesgado por la cercanía del Mediterráneo.





Përmet es una población situada junto al Parque Nacional de Hotova. Subimos hasta una Iglesia fuera de la población, en la montaña. Le llama Leusë, y en tiempos debió tener unos preciosos frescos en el exterior. Hoy en día están casi totalmente destruidos.


Continuamos nuestra ruta junto a las nevadas montañas de Gramoz. La carretera resulta entretenida, pero lo cierto es que se hizo algo largo el tramo hasta Korçe. Llegamos a las 19h del 31 de Diciembre. Contrariamente a lo esperado, tenemos dificultades para encontrar alojamiento, y después de varios ‘fully booked’ encontramos el Hotel Flamingo, más que suficiente.


La tarde de Noche Vieja es triste y bastante desoladora en todo el mundo. La gente normalmente cena en casa y luego se va de farra. Claro que si no tienes casa, hay una parte que se complica, y lo normal es que cenes solo y con complejo de estar absolutamente colgado.



En esta ocasión cenamos relativamente bien (aunque solos). Siguiendo las indicaciones del camarero, nos dirigimos a la Plaza de la Catedral, donde aparentemente iba a ser el despiporre. Francamente, a las 23:45, sólo había un coche de la policía, unos pocos colgados como nosotros y unos cuantos grados bajo cero. Finalmente, parece que sí, la gente salió de sus guaridas a tirar petardos. Feliz 2016

Ohrid (Macedonia)




Salimos para Ohrid el primer día del año. La primera mañana del año es también una mañana extraña, en todo el mundo. Restos de artefactos explosivos varios, cristales rotos… Y algunos colgados como nosotros, claro.

Enfilamos en una mañana preciosa a Macedonia. La carretera es muy buena, y tras pasar unas montañas supera un puertecillo donde hay preciosas vistas del Lago Prespa.



Para traspasar la frontera de Macedonia, es necesario que la agencia de alquiler de coche emita la ‘green card’. En nuestro caso, y pese a que nos aseguraron que no había ningún problema en salir del país, no la teníamos. Así que, amablemente, nos dijeron que volviéramos por donde habíamos venido. La frontera que intentamos pasar es la situada entre los lagos Prespa y Ohrid. Probamos suerte por la frontera situada al Este del Lago Ohrid, cerca de Lin. Allí, afortunadamente, hay una oficina que emite green cards a razón de 40€ por pardillo. En fin, una buena clavada para empezar el año.



Si Albania tiene un aire marcadamente Mediterráneo, basta recorrer unos kilómetros por Macedonia para apreciar que ésta es bien diferente. El cirílico, el aspecto mucho más eslavo de los Macedonios, y su frialdad nos hacen ver que este sí que es un “País del Este”.


A muy poca distancia de la frontera, a orillas del lago Ohrid, se encuentra el complejo turístico-religioso de St Naum. Situado en un enclave precioso, con surgencias de agua cristalina y una bonita Iglesia, bien merece una parada.


La ciudad de Ohrid es Patrimonio de la Humanidad, y en conjunto, tiene motivos para ello. Es uno de los asentamientos más antiguos de Europa, y su legado arquitectónico es relevante.



Hay muchísima gente, mayormente locales, y mucho ambiente. Dormimos en las afueras, ya que está todo ocupado y los precios de lo que queda es bastante alto.





Al día siguiente nos acercamos a ver la espectacularmente localizada Iglesia de Juan at Kaleo


Tirana


Volvemos a la frontera, donde sufrimos un incidente con un poli corrupto. Aplicamos el principio más importante cuando se trata con este tipo de energúmenos: darle lo menos posible, porque como vean que estás dispuesto a cualquier cosa por largarte sin pisar la cárcel, te sacarán un buen pellizco. Por cinco eurillos quedamos tan amigos. Ah, y nunca olvidéis que el número del bastidor del coche está oculto bajo la alfombrilla del copiloto.



Tirana tiene el mismo aire que el de otras ciudades de la órbita soviética, como Bishkek o Taskent. Aquí, eso sí, hay búnkeres.



La plaza central, Sheshi Skënderbej, es el corazón de la ciudad, con el precioso mosaico del Museo Histórico Nacional y un horrible hotel-colmena. No resulta difícil imaginar los desfiles militares en la época Comunista.



La historia de Albania durante los años de la Guerra Fría es apasionante, y da respuesta a la presencia de esas pequeñas cúpulas de hormigón tan frecuentes en el paisaje Albano. En un primer momento, parecería que los búnkeres servían para que los ciudadanos y campesinos defendieran a la patria de un supuesto invasor capitalista. No era ese el enemigo que temía Hoxha, sino a sus socialistas vecinos Yugoslavos.



En la Galería Nacional de Arte se recoge una interesantísima colección del realismo socialista de los años 60-80. Una pequeña recopilación en mi galería.




Nos sorprendió el aspecto de cerrado que, de lejos, tenía la galería. Ya ‘de cerca’ comprobamos que su aspecto hermético estaba plenamente justificado. Cerrada a cal y canto. Un guardia nos dice que abrirían en 15 minutos. Nos extraña, ya que según toda la información de la que disponíamos debería estar abierta. Un café más tarde, volvemos. Cerrado… ¿O no?. Veo que se enciende una luz, y al poco, una figura se acerca a la puerta. Pasen, pasen está abierto- dice el funcionario. Sí. Efectivamente, por primera vez en nuestra vida, abren un museo, y nada menos que una Gelería Nacional de Arte, para nosotros solos. No hay absolutamente nadie.



La colección de cuadros es muy interesante. Es curiosa la obsesión de los dirigentes comunistas por las torres de electricidad. Dos de cada tres cuadros tiene alguna de ellas, en algunos casos con gran protagonismo.

Hay otra exposición de Yoko Ono. Es lo último que esperabamos ver en Tirana.

En Tirana también encontramos esa modalidad de negocio que tanto me gusta. Los Señores con Báscula.


La ciudad puede ser vista sin problema en un día.


Resumiendo...


Nos quedamos con ganas (como siempre) de disponer de más tiempo, y visitar el Norte.
Como siempre ocurre cuando viajas, el mundo se expande según lo conoces, por lo que cada vez que sales de casa la lista de lugares pendientes, aumenta. En esta ocasión, Albania a aportado visibilidad a los Balcanes. ¿Qué habrá en Montenegro, Serbia, Kósovo...?. ¿Y el Norte de Grecia, muy montañoso y sin turismo?

Albania resultó muy barato, y al menos en esta época del año casi no vimos turistas. Son dos buenos puntos a su favor. La media por persona, incluyendo absolutamente todo (avión, alquiler de coche, hoteles, y todo tipo de gastos) fue de unos 510€ para 5 días totales (3 viajeros).



Ah, y de propina, vimos Estambul nevado.






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